La ‘agricultura smart’ revoluciona el sector de los cítricos, reduciendo a la mitad el agua y el abono

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La ‘agricultura smart’ revoluciona el sector de los cítricos, reduciendo a la mitad el agua y el abono

Un proyecto desarrollado por Frutinter y la Universitat Politècnica de València (UPV), reduce a la mitad el agua y en un 60% el abono necesario para cultivar naranjas y clementinas, tal y como certifica un año y medio de estudios en una de las fincas que posee la empresa en Onda.

 

El proyecto, que ha sido desarrollado a partir de un software existente basado en predicciones microclimáticas y mediciones sensóricas, fue lanzado por la compañía y la UPV en el marco de la Cátedra Frutinter que firmaron ambas instituciones en julio de 2018. El objetivo era el de reducir los descartes de fruta de manera que las clementinas tuvieran un calibre uniforme y, a la vez, mejorar el aprovechamiento de agua.

Pedro Medina, el director de la cátedra, destaca que sus mediciones pueden suponer “una revolución”, sobre todo para las comunidades de regantes, pero también para los agricultores. Frutinter, que ya es uno de los comercios de referencia del sector citrícola a nivel estatal, se convierte en “pionero en la investigación para la mejora productiva de los huertos”, señala el ingeniero jefe de la compañía para el campo, Ximo Ferrer.

Además, a través de una sonda de nutrición, la agricultura smart mide “el porcentaje de nitrógeno y de potasio que tienen las raíces”, evitando así el sobrante que va a parar a la tierra y los acuíferos, que resultan contaminados, señala Medina. De ahí que la reducción de dichos parámetros sea un paso vital, no sólo para la sostenibilidad, sino también para los costes de los agricultores.

Asimismo, al controlar “a tiempo real” las necesidades del árbol, su productividad mejora. Tal y como destaca el investigador científico, “se ha conseguido entre 8 y 10.000 kilos más” de naranja en la zona de ensayo, y el calibre de la fruta ha sido más uniforme, lo cual facilita su salida comercial. Estos resultados son, sin duda, toda una hazaña para un sector en que el destrio en campo y en almacén es, en muchos casos, un quebradero de cabeza.

En lo que respecta al medio ambiente, se trabaja con una certificadora para conseguir un sello “a nivel mundial” que certifica la Huella de Nitrato, un concepto novedoso y que va más allá de la conocida Huella de Carbono. Es por ello que Ferrer resalta que tanto la Cátedra como este proyecto en concreto, suponen para Frutinter “el reto de ser la primera empresa citrícola en poder demostrar que es respetuosa con el uso de nitrógeno y agua; y que, además, consigue incidir nutricionalmente en los momentos precisos del cultivo, aprovechando al máximo los abonos, mejorando la productividad del árbol y la calidad del fruto”.

La empresa compartirá hoy con la comunidad citrícola sus resultados mediante una presentación en Vila-real a la que asistirán agricultores, empresas exportadoras y empresas de distribución, interesadas por la marca de calidad que puede aportar la fruta respetuosa con su entorno. “Es una labor que beneficiará al campo en general, y desde Frutinter queremos mostrar esta forma de trabajo, más sostenible, que estamos llevando a cabo”, señala Ferrer.

La Fundación de empresarios valencianos en Madrid, Conexus, recomienda esta noticia de Valencia Plaza.



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