04 Abr El Observartorio Tecnológico Cerámico defiende el uso del biogás como alternativa al gas ruso
04/04/2022.- Un estudio del Observartorio propone el uso del biogás y biometano para evitar en un futuro la dependencia de este tipo de combustible.
Con el precio de los combustibles en niveles históricos y la factura energética ahogando a familias y empresas, la guerra en Ucrania ha puesto sobre la mesa la extrema dependencia que tiene Europa del gas natural importado desde Rusia. Según la Agencia Internacional de la Energía, solamente el año pasado, la Unión Europea (UE) importó una media diaria de 380 millones de m3 de gas natural del gigante ruso, lo cual supone cerca de 140.000 millones de m3 anuales.
La cifra no se detiene ahí ya que la UE también compra a Rusia gas natural licuado por lo que la cifra asciende a 155.000 millones que, a su vez, representa alrededor del 45% de las importaciones de gas de la Unión Europea y cerca del 40% del consumo total de gas natural.
¿Qué opciones hay para intentar frenar esta dependencia? Un estudio del Observatorio Tecnológico Cerámico, cuya central se ubica en Castellón, realizado por José Planelles y Ana Mezquita plantea la posibilidad del uso de biogás y el biometano. Pese a que en un corto plazo la capacidad de suministro de estas fuentes es limitada, en el medio plazo su contribución para acabar con la dependencia del gas ruso resultaría fundamental. «Además, al igual que ocurre en el caso del hidrógeno verde, se espera que ambos desempeñen un papel fundamental para poder cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 de la UE para 2050, especialmente en aquellos sectores en los que la electrificación no resulta viable», aseguran los autores del estudio.
El biogás es una mezcla de metano, CO2 y pequeñas cantidades de otros gases, en proporciones variables, que se genera durante la digestión anaerobia de la materia orgánica, es decir, durante la descomposición biológica de la materia en un entorno sin oxígeno. Se obtiene, fundamentalmente, de los residuos ganaderos y agroindustriales, de los lodos de estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas (EDAR) y de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (RSU).
EL BIOMETANO ES CAPAZ DE PROPORCIONAR CALOR Y ENERGÍA ELÉCTRICA PARA PRÁCTICAMENTE TODO TIPO DE USOS INDUSTRIALES
Según Planelles y Mezquita, «a partir de este biogás inicial se puede obtener biometano, un combustible más puro. Con una composición química que lo hace prácticamente indistinguible con respecto al gas natural, es posible inyectarlo en la actual infraestructura gasista y resulta compatible con los vehículos propulsados por gas natural. Su obtención consiste en someter al biogás a una serie de etapas de purificación y enriquecimiento, eliminando aquellos componentes minoritarios presentes en la mezcla y separándolo del CO2 mediante un proceso denominado upgrading.
En su estudio, los investigadores del Observatorio Tecnológico Cerámico defienden que además de sus aplicaciones domésticas (cocinas, calefacción y agua caliente sanitaria) y de movilidad (licuado y comprimido), el biometano es capaz de proporcionar calor y energía eléctrica para prácticamente todo tipo de usos industriales, algo que le confiere un importante potencial en la descarbonización de las industrias. De esta manera, el biometano reúne las ventajas propias del gas natural, tales como el almacenamiento, la flexibilidad y su poder calorífico, pero sin las emisiones netas de carbono originadas en su combustión.
Y es que, a diferencia de lo que ocurre con los combustibles fósiles como el gas natural, la combustión de biogás o biometano no incrementa la cantidad de CO2 atmosférico.
Adicionalmente, el procesamiento y uso del biogás evita que se libere a la atmósfera CH4, un potente gas de efecto invernadero con una capacidad de calentamiento 80 veces más potente que la CO2, durante un período de 20 años, según se estipula en el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente.
LA PRODUCCIÓN DE BIOGÁS RESULTARÍA INSUFICIENTE PARA ABASTECER LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE UN SECTOR COMO EL CERÁMICO
Además, los investigadores también proponen que la gestión de residuos para obtener biogás o biometano contribuye a mejorar la eficiencia general de los recursos, constituyendo un ejemplo paradigmático de economía circular y, en algunos casos, de interacción simbiótica entre la industria (consumidora) y los sectores agrícola y ganadero (productores). Además, cuando sustituyen al gas natural transportado o importado grandes distancias, el biogás y el biometano también aportan beneficios en materia de seguridad energética, así como oportunidades de empleo, especialmente en zonas rurales.
A pesar de que en la actualidad la producción de biogás resultaría insuficiente para abastecer las necesidades energéticas de un sector como el cerámico, el biogás representa una componente a tener en cuenta de una solución sistémica compleja frente al gran reto que supone la transición energética de la industria, desvinculándose de los combustibles de origen fósil.
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