Marisa Gallén & Xavi Calvo: sueños de diseño

Marisa Gallén & Xavi Calvo: sueños de diseño

Valencia será la Capital Mundial del Diseño en 2022. Ellos son los cerebros del proyecto.

Marisa Gallén y Xavi Calvo estaban destinados a encontrarse profesionalmente. Lo que no imaginaban es que dicha unión consistiría en hacer realidad un sueño. Desde hace poco más de un año, son los rostros más visibles de la asociación que ha hecho que Valencia haya sido elegida Capital Mundial del Diseño en 2022. “Hablamos el mismo idioma”, dice Calvo, director de la asociación. “Y compartimos la visión de que esta capitalidad no sea solo una propuesta de diseñadores para diseñadores”. Todo arrancó con una pregunta del empresario Vicente Pons: ¿y si lo intentamos? Calvo está feliz porque ese sueño se ha cumplido y además le permite trabajar con referentes de su campo como Vicent Martínez, premio Nacional de Diseño en 1997, o la propia Gallén, ganadora en 2019.

“Llevo años preocupada por el deterioro del paisaje urbano”, explica Gallén, presidenta de la Associació València Capital del Disseny. “Lo que me motivó a participar en la candidatura fue la perspectiva de poder iniciar un proceso para transformar Valencia en una ciudad más acogedora y singular”. En el pasado, Gallén formó parte del estudio La Nave, uno de los motores de la modernidad valenciana de los ochenta; una marca que, junto a nombres como los del arquitecto Rafael Guastavino, el pintor Josep Renau, Javier Mariscal, el cartelista Luis Debón, el dibujante Paco Roca o el modista Francis Montesinos, conforma una constelación de talentos procedentes de diversas áreas artísticas que han hecho de Valencia una cantera del diseño español. “Todo ese caudal de talento ha estado ahí y sigue estando”, afirma Calvo. “Quizá nos faltaba atrevernos a reivindicarlo, y en eso esta iniciativa resulta terapéutica”.

Tanto para Calvo como para Gallén, la capitalidad supone también una gran oportunidad para hacer pedagogía sobre lo que es y lo que significa realmente el diseño. “No se trata solamente de arte y belleza. Ambos conceptos son muy necesarios, pero como defendía la Bauhaus, la forma está ligada a la función, y si además una explica a la otra, mucho mejor. Que el objetivo sea hacer una silla que sea cómoda, además de bonita”, dice él. “El diseño es el pensamiento que hay detrás de la forma”, define ella. “Se trata de legitimar aquellos objetos que son honestos porque no contaminan, fueron concebidos para durar y porque sus valores emocionales y simbólicos generan identidad y afecto”. Coinciden en que esta disciplina creativa ha de servir para mejorar la vida de las personas. Durante el inicio de la pandemia, pusieron en marcha la plataforma digital Esto pasará, que sirvió para difundir iniciativas que surgieron para afrontar la crisis, como la creación de material sanitario en impresoras 3D. “Salud, sostenibilidad, igualdad son cuestiones en las que los proyectos no deben quedar al margen”, apunta Calvo. “Las crisis ecológicas”, añade Gallén, “nos alertan sobre la necesidad de cambiar los modelos de producción y de consumo; el diseño y la innovación son aliados para la transición ecológica”. Vivimos tiempos complicados, pero tanto Gallén como Calvo son optimistas: “El diseño poscrisis avanza en sintonía con una sensibilidad social más centrada en la calidad de vida que en el consumo”.

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