24 Feb “Del sexting a la sextorsión: los riesgos de las apps de citas”
S2 GRUPO, PATRONO DE CONEXUS, EMPRESA DEDICADA A LA CIBERSEGURIDAD, NOS ALERTA SOBRE EL INCREMENTO DE LA CIBERDELINCUENCIA.
El uso de apps de citas se ha disparado en los últimos años tanto en los jóvenes como en los adultos.
“Los ciberdelincuentes se cuelan en aplicaciones como Tinder para extorsionar a otros usuarios”
“El envío de fotos con desnudos o eróticas son utilizadas para chantajear a las víctimas, es lo que se conoce como sextorsión”
“Pedir dinero por una enfermedad o para solucionar un problema es otra de las estafas más comunes”
Buscar pareja y simplemente tener un encuentro sexual por internet se ha convertido en algo cotidiano para miles de personas.
Pero el auge de estas aplicaciones conlleva riesgos como el incremento de la ciberdelincuencia en estos entornos. “Tenemos que tener presente que en cualquier ámbito donde se implanta la tecnología, hay posibilidad de que se cuele la ciberdelincuencia. Y esto requiere, que utilicemos estas aplicaciones de citas con responsabilidad, sabiendo que todo aquello que compartamos o publiquemos en ellas podría convertirse en información de dominio público. Entre el sexting y la sextorsión sólo hay un paso”, ha explicado José Rosell, socio-director de S2 Grupo, empresa dedicada a la ciberseguridad.
Dentro de estas aplicaciones de citas se cuelan ciberdelincuentes que tienen como principal objetivo conseguir información o fotografías para extorsionar a las víctimas. “Otros llegan a conseguir una relación de confianza y de vínculo con una persona para que, cuando ésta baja la guardia, conseguir algún beneficio económico o directamente pedirle dinero”, ha alertado Miguel A. Juan, socio-director de S2 Grupo.
Del sexting a la sextorsión
Si bien el primer contacto suele ser a través de mensajes de texto en las propias apps, el siguiente paso suele ser pasar a comunicarse a través de otros sistemas de mensajería o redes sociales como Whatsapp, Instagram o Snapchat.
El objetivo suele ser enviar fotos subidas de tono, el conocido “sexting” o “hacer nudes”.
Una práctica de elevado riesgo tanto si se realiza con alguien de confianza y, todavía más, con un desconocido. “Tenemos que tener en cuenta que muchos perfiles son falsos y se han creado precisamente para obtener fotos de este tipo y, luego, chantajear de alguna forma. Así se pasa del sexting a la sextorsión”, ha señalado José Rosell.
Los riesgos de la cita
Más allá de poder ser víctimas de una estafa o chantaje económico, uno de los mayores peligros es que el supuesto agresor quiera quedar en persona con la víctima. Los expertos recomiendan no dar información de personas, no enviar fotografías y, si hay cita, hacerlo en un lugar público.
Por otro lado, es recomendable utilizar aplicaciones como Tineye.com o Google Images para comprobar que las imágenes de la persona con la que hablamos son reales y verificar que no corresponden a un perfil falso.
Ganarse la confianza para pedir dinero
Ésta es una de las prácticas más frecuentes. El ciberdelincuente trata de crear una relación de intimidad y, cuando se gana la confianza de la víctima, habla de una enfermedad o de un problema del pasado, que para darle una solución necesita de dinero. Es entonces, cuando el ciberdelincuente pide a la víctima que le preste una cantidad de dinero, que por supuesto le devolverá, aunque en realidad, una vez lo consiguen suelen desaparecer.
Otro de los delitos más habituales a través de estas aplicaciones, consiste en la introducción de malware o software malicioso. “Los ciberdelincuentes se esconden bajo perfiles atractivos para ser ellos los que, con la excusa de enviar fotos, cuelan malware que infecta los equipos de las víctimas o instalan programas espía, por ejemplo, para conocer sus contraseñas, datos bancarios o conversaciones”, explica Miguel A. Juan.
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