Alicante planea reutilizar sus aguas al 100% y ceder parte a los regantes que dependen del Tajo

Alicante planea reutilizar sus aguas al 100% y ceder parte a los regantes que dependen del Tajo

Son más de 100 millones de euros y resulta imprescindible contar para ello con fondos europeos Next Generation, pero el proyecto es ambicioso, implica una mejora medioambiental muy significativa. Además, aporta una vertiente económica y social muy importante al contemplar la cesión de agua depurada, más adecuada para el riego y más barata que la desalada, a la agricultura que se ve afectada por la prevista reducción del caudal aportado por el trasvase Tajo-Segura.

Tal como explica Javier Díez, director general de Aguas Municipalizadas de Alicante, la compañía participada por al 50% por el Ayuntamiento de Alicante e Hidraqua, produce en la actualidad unos 30 hectómetros cúbicos anuales de agua depurada. De esa cantidad, 1,2 Hc3 se destinan a riego y baldeo de calles y alrededor de 6 van a los regantes en función de la demanda; los 22 hectómetros cúbicos restantes se vierten directamente al mar.

Los regantes del Tajo-Segura dicen que el recorte previsto en el trasvase supondría perder 85 Hc3 al año. Los 22 que aportaría Alicante suponen casi un 20% de esa pérdida

Lo que pretende Aguas de Alicante es que ese caudal de agua depurada y tratada se aproveche en su totalidad, cediéndolo a quien más lo necesite. Por situar las cantidades en contexto, los regantes del Tajo-Segura denuncian que el recorte previsto en el trasvase al aumentar el caudal ecológico en cabecera supondría perder 85 hectómetros cúbicos al año para el regadío. Los 22 que podría aportar el agua depurada de Alicante paliarían casi en un 20% esa pérdida.

Lo harían además con un suministro más apropiado para el riego, y más barato. Por supuesto, el traslado del líquido depurado tiene un coste energético, es necesario incorporar sistemas de bombeo e instalaciones intermedias, pero el proyecto contempla la construcción de un parque solar de 11 megavatios, que sería capaz de producir cerca de 24 gigavatios al año.

El plan incluye la construcción de un parque solar de 11 megavatios que podría producir cerca de 24 gigavatios al año

“Es un agua que cumple perfectamente los parámetros que necesitan las comunidades agrícolas”, explica Díez, y sería más barata que el agua desalada que plantea el Gobierno como alternativa”. Ya han mostrado interés en beneficiarse del proyecto el Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, Agricoop (cooperativa agrícola y ganadera de Alicante), Aralvi (regantes de San Vicente del Raspeig), y Elche Riegos de Levante.

En su propósito de evitar cualquier tipo de vertido a la bahía de Alicante, el plan incluye un apartado que contribuiría a mejorar ostensiblemente la calidad de vida de varios barrios de la ciudad de Alicante: la creación de “parques de tormenta”, infraestructuras destinadas  a evitar las inundaciones que las lluvias torrenciales causan en determinadas zonas, “vestidas” con una amplia zona verde ajardinada.

Sangueta, junto a la playa del Cocó, albergaría un depósito anti tormentas que en su parte superior extendería el manto verde de la Serra Grossa hasta el mar

No hay que salir de la ciudad para ver un ejemplo: el Parque inundable La Marjal, junto a la Playa de San Juan, es sin duda uno de los proyectos recientes mejor valorados por los alicantinos.

Si el proyecto que aspira a obtener 104 millones de euros de los fondos Next Generation es aprobado por la Unión Europea, Alicante contaría con áreas similares en Sangueta, junto a la playa del Cocó, un entorno abandonado durante décadas que ahora albergaría un depósito anti tormentas, un gran vaso de hormigón que en su parte superior extendería el manto verde de la Serra Grossa hasta el mar.

Una segunda zona verde, en este caso un parque similar al mencionado de La Marjal, se situaría frente a las harineras de Benalúa Sur, junto al Parque del Mar que estos días se amplia, en una “milla de oro” que retrasó su desarrollo, pero ahora apunta a convertirse, al fin, en lugar privilegiado de la urbe. 

La tercera zona verde asociada a un depósito contra inundaciones se construiría en la Vía Parque, a la altura del cruce con la avenida de la  Universidad,  y la cuarta en el área del PAU-1, Nuevo San Blas. Estos depósitos, sumados a otros más pequeños estratégicamente repartidos por el municipio, permitirían recoger hasta 150.000 metros cúbicos, “evitando que se vertieran al mar sin tratamiento alguno”, explica Javier Díez.

Para el director general de Aguas de Alicante, la importancia del proyecto radica en evitar al máximo los riesgos derivados de las lluvias torrenciales cada vez más frecuentes en nuestra área geográfica, “proporcionando una solución que beneficiaría a los regantes con un agua mucho más económica y de mejor calidad”.

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