09 Oct Los proyectos de las “ecoescuelas” valencianas
La Consejería de Educación, Cultura y Deporte concederá ayudas a 13 proyectos de investigación e innovación educativa (PIIE) dedicados al desarrollo de las ecoescuelas.
Se trata de proyectos impulsados por 38 centros educativos de 29 municipios de la Comunitat Valenciana que movilizan a más de 11.100 alumnos de Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato, FP y Educación Especial.
En Alicante, se han adjudicado ayudas a 7 proyectos que impulsan 24 centros docentes de 23 municipios con un total de 5.900 alumnos aproximadamente. Castellón por su parte suma 2 proyectos de ecoescuelas, en los que participan 6 centros docentes de 3 municipios que atienden a más de 2.100 escolares. En último lugar en Valencia, Educación ha concedido ayudas a 4 proyectos, con 8 escuelas de 3 municipios que escolarizan a más de 3.100 niños y niñas.
De los siete proyectos de investigación e innovación educativa de Alicante, cinco son agrupaciones de centros docentes de La Marina. Los centros se agrupan bajo distintas iniciativas: “Ecoescoles, mar i muntanya”, “Ecoescoles, les marjals”, “Ecoescoles rurals”, “La renaturalització dels centres” y “Ecoescoles a la Marina Baixa”.
El objetivo de la conselleria es premiar a los centros educativos que integren la sostenibilidad en su modelo pedagógico y de gestión y que promocionen la educación ambiental en las aulas, servicios y actividades, en pro del desarrollo sostenible.
Vicent Marzà, conseller de Educación, destacó que “con las propuestas innovadoras de centros educativos para fomentar los proyectos de ecoescuelas se transmiten valores de solidaridad y sostenibilidad medioambiental, y ayudan a construir una educación cada vez más comprometida con su entorno y decidida a mejorar la vida de las personas”.
Este tipo de proyectos enseñan a los alumnos a trabajar, cultivar y cuidar la tierra a través del huerto escolar, a la vez que les descubre conceptos tan importantes como la sostenibilidad o la agricultura ecológica y de proximidad, aprovechada también por los comedores escolares que introducen estos alimentos en sus menús. “La renaturalización de las escuelas también implica una reflexión y un cambio de los espacios exteriores del centro hacia un modelo más natural y de alto contenido pedagógico”, añadió Marzo.