17 Ene Valencia se resiste a la pérdida de Blasco Ibáñez
Valencia se resiste a la pérdida de Blasco Ibáñez. La negociación está siendo desarrollada entre el Ayuntamiento de Valencia y la fundación del escritor, que amenaza con llevarse el archivo a Madrid. La Generalitat, junto con el apoyo de figuras como Pérez Reverte, no quiere perder el legado del escritor y político como ya sucedió hace cuatro años con el de Miguel Hernández.
La herencia de Blasco Ibáñez (Valencia, 1867) donde destacan obras como “Sangre y arena” o “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” está compuesta de decenas de cartas personales, fotografías, cuadernos de notas manuscritas, documentos y abundantes fondos bibliográficos. Todo este material no se encuentra exclusivamente en su Fundación sino que se extiende a la Biblioteca Valenciana, la Biblioteca Nacional y la de Menton, ciudad francesa donde Ibáñez se exilió y falleció en 1928.
El secretario de la fundación, Ángel López, nos explica que el problema está en la propiedad del legado, ya que una parte pertenece al ente privado y en torno al 90% fue cedido por la nieta de Ibáñez al Consistorio pero luego se retractó. “Cuando se firmó el convenio de 2012, con Rita Barberá de alcaldesa, ya dijimos que se firmaba como muestra de buena voluntad, pero que cuando llegara el vencimiento(en 2017, aunque se ha prorrogado un año más) hacía falta otro convenio que recogiera la totalidad del legado”.
Tras esta cuestión el acuerdo no termina de llegar, y la fundación pidió al Gobierno en 2015 que se le devolviera el material perteneciente a Blasco Ibáñez por considerar que Gloria Llorca se retractó de la donación, y es por ello que piden un arbitraje a los tribunales para que resuelvan por contencioso la propiedad del legado. Desde la fundación además, abogan por una institución con sede en Madrid para depositar todo este material pero no la Biblioteca Nacional.
Sin embargo, la posición del Ayuntamiento es clara “lo que la fundación plantea es imposible”, ha dicho el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que ha recordado además que hay más actividades en torno al escritor y su época.
Los expertos consideran que Blasco Ibáñez es una figura incómoda para los políticos actuales dado que “Blasco se movió en un terreno que nadie identifica hoy con ninguna bandería u opción política”, apunta el historiador y biógrafo Javier Varela. Su perfil anticlerical, su radicalismo feroz y su papel de caudillo de masas no le ha proporcionado la simpatía de la derecha, pero su españolismo hace que tampoco la izquierda lo tome como referencia, al igual que la Generación del 98 nunca le perdonará que fuera autor de best-selles, añade el escritor Joan Francesc Mira.
Por su parte Pérez Revete describe a Blasco como un hombre culto, viajado y con éxito, y considera que sus novelas “son extraordinarias porque crean personas, crean ambientes; solo tenía un pecado y fue tener éxito”.
César Marinos, profesor de la Facultad de Derecho de Valencia, ha impulsado una recogida de firmas en Change.org para que el legado de Blasco Ibáñez permanezca en Valencia.
Fuente: El País.