Un laberinto agrícola en Valencia para “acercar a la gente al campo”

Un laberinto agrícola en Valencia para “acercar a la gente al campo”

En un momento en el que se buscan planes al aire libre y reconectar con la tierra y con la naturaleza, ¿qué les parece perderse por un laberinto de maíz, alcachofas o habas? Es la propuesta de L’Horteta de Greta, en Corbera (Ribera Baixa, Valencia), que tiene como principal objetivo “acercar a la gente al campo”.

Su impulsor es el agricultor David Bosch, que explica, orgulloso, que es “el primer laberinto agrícola ecológico de España”. Para conseguirlo, ha utilizado unas 5.000 plantas de maíz dulce (dacsa dolça, en valenciano), maíz rosero rojo (dacsa esclatadora roja) y maíz rosero amarillo (dacsa esclatadora groga).

Para ir “con niños y no tan niños”

De momento, apenas tienen un palmo, pero prevé que en septiembre este curioso laberinto agrícola esté en su estado óptimo, ya que es cuando tendrá uno o dos metros de altura. Dice que es para ir “con niños y no tan niños”.

Si la acogida es buena, Bosch ya tiene en mente cultivar más y con otros productos, como faba calenta y alcachofas, que plantará en agosto. “La intención es ir introduciendo cultivos durante todo el año para que no sea un laberinto estacional”, explica. Todo en ecológico certificado, eso sí.

El laberinto se podrá disfrutar los viernes por la tarde, los sábados durante todo el día y los domingos por la mañana. Aunque todavía no han empezado las visitas, las sensaciones son buenas, ya que ha recibido buenos comentarios de los vecinos de los alrededores y mucha gente se ha interesado por la actividad a través de las redes sociales.

En principio, el acceso será gratuito. El objetivo, cuenta Bosch, “es acercar a la gente al campo y que los más pequeños tengan ganas de venir”: “Los fines de semana los padres vamos donde quieren los hijos”.

Reconducir a toda la sociedad a una nueva forma de comercialización no va a ser fácil, pero lo conseguiremos. La sociedad está cambiando

“Si le dices a un niño que va a ver sistemas de encañado de tomates, igual no quiere ir. Pero si es un laberinto, querrá ir y verá lechugas, maíz, tomateras… Es una forma de acercar a la gente al campo, que se baje del coche y se pasee por los cultivos. Y que obtengan información que estamos perdiendo y que está en nuestro ADN, como son las formas tradicionales de cultivar”, defiende el agricultor.

David Bosch pide a los consumidores, por un lado, que apoyen a los agricultores y que hagan “compra directa”; por otro lado, aconseja a los labradores que “dejen que los consumidores entren en sus campos” para que se les conozcan y su trabajo se valore más.

“Reconducir a toda la sociedad a una nueva forma de comercialización no va a ser fácil, pero tengo claro que lo conseguiremos, la sociedad está cambiando. La gente quiere vivir experiencias. Esta, está pensada para venir sin prisas; si tienes prisas, entra en la web y haz el pedido”, recomienda.

La iniciativa del laberinto se completará con otras actividades que L’Horteta de Greta está cerrando, como excursiones guiadas de escolares por el campo para que aprendan las variedades o talleres teatralizados de temes culturales, históricos, agroecológicos o sociales (como bullying, maltrato, etc.).

Además, como ya viene haciendo desde el año pasado, cualquiera puede pasearse por los campos y cosechar directamente las verduras y hortalizas que le gusten y después pasar por caja.

Este año, como novedad, ha introducido un código QR junto a las plantas, en el mismo terreno, donde se puede consultar información práctica como el precio de cada producto.

La Fundación de empresarios valencianos en Madrid, Conexus, recomienda esta noticia de LaVanguardia



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