Un ingeniero con espíritu humanista comprometido con la sociedad

Un ingeniero con espíritu humanista comprometido con la sociedad

El valenciano Juan López-Trigo Pichó, patrono de la Fundación Conexus, ha fallecido a los 77 años de edad en Valencia. Con su pérdida se va un ingeniero en quien destacaba el espíritu de un humanista comprometido con la sociedad, como bien demostró a lo largo de su vida con la vinculación a entidades como la Fundación Cañada Blanch, de la que fue presidente entre 2005 y 2017, y la Fundación Conexus, de la que era patrono. Su trayectoria profesional la dibuja el trabajo en dos multinacionales (Sperry Univac, Siemens-Nixdorf), donde ocupó diversos puestos en España, EE UU y Europa, así como en una importante entidad financiera española. Ya en 1988, se incorporó como socio internacional a la firma de Executive Search BOYDEN donde desarrolló las áreas de Industria y Tecnología, así como la selección de Consejeros Independientes. En los últimos tiempos fue Senior Advisor de esta firma.

Más allá del perfil profesional y técnico, hablar de Juan López-Trigo Pichó es hacerlo de la persona a quien el catedrático de Medicina Juan Viña, actual presidente de la Fundación Cañada Blanch, describe como «un hombre de formación ingeniero y de condición humanística» de quien destaca que en su personalidad se fundían las cualidades de «la inteligencia y la sensibilidad que llevan a la bondad». A la consideración de persona inteligente y bondadosa se añade también la de «un cosmopolita» que no por ello se olvidaba de su tierra, algo que una vez más presenta el perfil de «compromiso con la sociedad civil» aspecto éste que acentúan desde la Fundación Conexus, además de incidir en que sus aportaciones a los proyectos en los que participaba se caracterizaban por una implicación «muy activa».

Esa vocación social que se destaca de la personalidad de Juan López-Trigo encuentra otra manifestación que conduce a ratificarla cuando quienes le conocían bien refieren el notorio trabajo que realizó para «impulsar la apertura de la labor de la fundación Cañada Blanch a la sociedad» durante el periodo en el que ocupó la presidencia».

La pérdida del ingeniero y empresario de espíritu humanista comprometido, que gustaba del gran valor de la conversación y del paseo, deja una huella de servicio a la sociedad con la que ha generado la admiración de los muchos que hoy lamentan su pérdida y agradecen su buen hacer. DEP.

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