24 Jun Oportunidades digitales para ‘startups’ en la nueva normalidad
El modo en el que las pequeñas empresas han tenido que cambiar el chip para seguir funcionando en los momentos de pandemia ha hecho que el contacto digital se vuelva esencial en los últimos tres meses y que, soluciones que, en primer lugar podían parecer temporales hayan dejado huella en el modo de trabajar de pequeños comerios y, sobre todo, en startups que comienzan ahora su andadura y que ya se pueden colgar el sello de identidad Covid-19. Los cambios digitales en las empresas llegaron y se quedan.
Realidad virtual y aumentada
La Realidad Aumentada está presente en muchos sectores y se encuentra en alza. La industria, la educación, la arquitectura, o la sanidad están entre los múltiples campos de experimentación y uso. El enriquecimiento de lo que ven los ojos de las personas con nuevas imágenes superpuestas, datos, mapas, indicaciones, gracias a dispositivos innovadores es una realidad ya implantada en la cultura, y en el turismo y debe serlo, cada vez más en las empresas.
Por ejemplo, la herramienta creada por Wideum, “Remote Eye”, un sistema de gafas inteligentes o Smart Glasses, al estilo de las de Google, aunque enfocadas a las empresas. Encontraron el problema, con ellas de la falta de software para hacerlas funcionar y la firma consiguió desarrollar el suyo propio, pensado para móviles y adaptable a las gafas inteligentes. Con él se puede optar a vídeo asistencia online, y realidad aumentada. Sus clientes son empresas medianas para evitar la burocracia con la que han de lidiar con las más grandes.
Desde Aumenta Solutions han creado multitud de gadgetsy campañas usando la realidad aumentada y crearon hologramas mediante una pirámide para pruebas de complementos en retail y, además una tela holográfica donde se puede proyectar cualquier imagen y cuyo material se convierte en invisible.
En Odyssey Robotics, a través de sistemas de asistencia remota, deep learning y sistemas de inspección, crearon una máquina en Bershka, en Barcelona, que es capaz de comprobar que las cajas que transportarán los productos no tienen desperfectos, soportarán el peso y no tendrán taras.
Digitalizar los procesos
La digitalización del pequeño comercio es vital e imprescindible para la adaptación de las pymes al mercado actual. Pero desde marzo, con la crisis del coronavirus y el Estado de Alarma se ha convertido en obligatoria para los negocios que pueden seguir abiertos. También para los que no y han aprovechado el momento de parón obligatorio para ponerse al día y aplicar la tecnología a sus pequeñas empresas. Los pequeños negocios que no habían iniciado la transformación digital ahora han de realizarla a marchas forzadas para seguir en marcha. Desde carnicerías, pasando por ferreterías, panaderías o por gimnasios, todos los pequeños comercios han tenido que llevar a cabo su particular transformación digital para sobrevivir al coronavirus e intentan, en los casos menos acostumbrados, romper barreras y miedos e intercambiar dudas y conocimientos.
Las plataformas de videoconferencia como Webex o Zoom que han sido el modo de reunión laboral obligatorio y, en un principio, temporal, se están convirtiendo, aún desconfinados, en herramientas habituales en las empresas. El teletrabajo se ha abierto camino.
Cyberseguridad
Hasta hace un par de años, expertos en seguridad del FBI e Interpol aseguraban que “existen dos tipos de empresas, las que han sido atacadas y las que van a serlo”. En estos momentos, la fase avanza a “las empresas que han sido atacadas y las que están siendo atacadas”. Además, el 70% de esas firmas son pymes, que están más desprotegidas frente a ciberataques y cuya vulnerabilidad crece en el Estado de Alarma por la puesta en marcha del teletrabajo, a veces a marchas forzadas y con poca preocupación por blindar la seguridad de los datos.
Los ataques no dirigidos que pueden sufrir las empresas tienen un calendario que pasa por un sondeo inicial y búsqueda de vulnerabilidades (es un proceso que el 95% de los casos es automatizado). Una vez ya conocen las debilidades, comienza la intrusión y el objetivo del ciberdelincuente es no ser detectado. Así, comienzan con una búsqueda de claves y usuarios y de recopilación de información. Además, pueden “contaminar” dispositivos de copia de seguridad de hasta seis meses de antigüedad para que, a la hora de pedir “rescate” de los datos robados, sea imposible para la empresa recuperar datos y les fuercen a pagar por poder recuperar la información secuestrada.
Comunicación
En tiempos de desconfinamiento tras el Estado de Alarma, la transformación digital de las empresas se vuelve imprescindible y se ha acelerado de forma exponencial. En ocasiones ha habido mucha improvisación en este sentido y las empresas se han tratado de adaptar al cambio, a veces a marchas forzadas. A pesar de la situación, el comercio online mejoró durante la primera semana de confinamiento en un 55% (material deportivo, escolar, libros…) las gente compró cosas para prepararse para estar en casa. Las empresas preparadas han ganado en esta oportunidad y las que no, lo han visto pasar.
La Fundación de empresarios Valencianos en Madrid, Conexus, recomienda esta noticia de AlicantePlaza