12 May Nuria Adraos, la maquilladora valenciana que ha cautivado a más de cuatro millones de seguidores TikTok
12/05/2022.- Cuando el lienzo es tu propio cuerpo. Un arte más antiguo de lo que pueda parecer, ahora conocido como ‘body paint‘, que en épocas prehistóricas servía como camuflaje para cazar, asustar al enemigo o para constatar la pertenencia a un grupo o tribu. Una disciplina en constante evolución que reivindica en tiempos de smartphone desde sus redes sociales Nuria Adraos, una maquilladora española que deslumbra a medio mundo con sus creaciones hiperrealistas sobre su pecho.
Esta valenciana de tan solo veintidós años se ha convertido en una auténtico generador de vídeos virales con sus asombrosos maquillajes frente al espejo. Tanto es así que ya suma más de cuatro millones de seguidores en TikTok y 350.000 en Instagram.
De hecho, algunos de sus clips han sido vistos por más de quince millones de personas.
La niña que desde que nació “tenía un lápiz en la mano”, se quedó prendida a los once años del “fascinante” mundo de la caracterización cuando un grupo de estudiantes la maquilló a ella y al resto de actores de su falla, cuando protagonizaban una versión de la famosa obra musical Cats.
“Siempre he sido muy artística y creativa. Cuando llegué a casa le dije a mi madre que quería ser maquilladora”, explica Nuria, con orgullo y nostalgia, a ABC. Y así ha sido, pues tras dicha conversación no ha dejado de utilizar los pinceles ni un solo día hasta hoy. “Cuando acabé la ESO, decidí estudiar un grado medio de estética, lo tenía claro y sabía que no servía ni quería estudiar otra cosa”, se reafirma.
Se define como una mujer “muy perfeccionista y quisquillosa“. Dice que “se enfada cuando no le sale bien”, pero atendiendo a sus abracadabrantes creaciones basadas en películas de Disney y otras series animadas, no parece ocurrir en demasiadas ocasiones. Por ejemplo, su vídeo explicando el proceso del maquillaje sobre la reconocida serie La Casa de Papel, cuenta con más de cuatro millones de visualizaciones.
Sus minuciosos dibujos en piel están diseñados y trazados a mano alzada. No utiliza moldes, calcos ni protectores; tan solo maquillaje al agua -y en alguna ocasión prótesis para incrementar la dificultad del personaje- y un espejo en el que se observa e incluso, a veces, mientras conversa en directo con seguidores en su canal de Twitch. “Solo empleo bocetos cuando la cara que quiero plasmar no se acopla bien a mi cuerpo. Cuando tengo elegido el dibujo, se trata de coordinar su rostro con mi pecho para que los colores y las formas cuadren”, especifica.
Cada domingo publica un vídeo con un nuevo maquillaje acompasado por una interpretación sobre el personaje que ha pintado en su cuerpo. Argumenta que “es de lo que más le gusta”, pues uno de sus sueños más profundos es el de ser actriz; de hecho, estudia teatro desde bien pequeña. “Los sábados veo la película que quiero representar, selecciono las escenas y los audios que voy utilizar”, comenta.
La proeza digital es aún mayor, pues no solo dibuja y maquilla sino que, pese al éxito cosechado en sus redes sociales que le permitiría contratar a un equipo profesional, continúa grabando y editando los vídeos para Instagram, Tik Tok y Youtube con una técnica envidiable.
Capaz de transformarse en Jack Sparrow o Voldemort
Desde que comenzara a subir sus trabajos a redes sociales, Adraos cuenta ya con más de 300 trabajos que han cautivado a admiradores por todo el mundo. Jack Sparrow, Voldemort, Maléfica, La Novia Cadáver, un sinfín de princesas de Disney e incluso maquillajes en duo con su pareja Hernán como Harley Quinn y el Joker o Shrek y Fiona.
“Siempre se me ha dado bien pintar, aunque mis dibujos cuando niña eran iguales que los de mis amigas”, comenta a este diario. Explica también que trasladar su capacidad artística en óleo y acrílico al cuerpo fue “complicado”. “Me adapté rápido al practicar todos los días, pero era duro tener que maquillarme y desmaquillarme cuando no me salía”, subraya.
A los dieciocho años, mientras trabajaba como esteticista para pagar sus estudios, decidió enrolarse en un máster de caracterización que le abrió un mundo de oportunidades. A partir de ahí, comenzó a publicar las fotografías de sus maquillajes en Instagram, lo que le permitió conseguir un séquito de seguidores en poco tiempo.
No obstante, no fue hasta el confinamiento por la pandemia del coronavirus cuando agilizó la creación de su estilo y marca personal al duplicar su contenido y, meses después, adaptarlo a vídeo para compartirlo en Tik Tok. En marzo de 2021, una de sus publicaciones se erigió como un fenómeno viral en la que se convirtió en una “falla viviente” como homenaje a las fiestas de Valencia, que volvieron a suspenderse por segundo año consecutivo a causa del Covid. “Lo difícil es gestionar el ‘hate’, las críticas no constructivas, porque en tu día a día no sueles encontrarte con tanto odio“.
Para Nuria, no ha sido fácil aprender a gestionar la cifra de seguidores que emiten comentarios -e incluso juicios de valor- sobre tu trabajo. Controlar y entender a una comunidad formada por más de cuatro millones de personas es una tarea compleja, que ella define como “su casa”, en la que “estás expuesto pero tú decides quién entra y quién no”.
“No ha sido tan complicado porque la gente, en líneas generales, te puede hacer mucho bien. Es como si cuatro millones se juntan en una única persona que siempre has querido tener al lado para que te apoye”, matiza. Sin embargo, pese a que “la mayoría son palabras buenas”, existen “críticas constructivas” difíciles de llevar “porque en el día a día no sueles encontrarte con tanto odio”.
“Mucha gente se mete más allá de lo que se ve en las fotos, parece que ahora todo el mundo tiene que opinar de todo”, se lamenta Nuria quien intenta contestar al máximo número de seguidores al considerarse “la misma chica de barrio“, de la que “ha cambiado su trabajo, pero no ella”. Hasta le han llegado a decir “tienes trabajo gracias a mí”. “Es como si vas al supermercado y le dices al cajero que su empleo es porque tú pagas la compra y con eso debes aguantarlo todo”, compara.
Nuria “habla como es”, incluso a veces “se contiene” porque dice “muchas palabrotas” como “buena valenciana y fallera”. Justo de ahí, de su Valencia natal, “no la sacan ni con una pala” pese a las posibilidades que le ofrece su trabajo en redes sociales, por el que ha rechazado en diferentes ocasiones mudarse a Madrid. Por ahora, prefiere permanecer cerca de su familia, aunque tiene proyectos en mente como crear una marca española de caracterización vegana y si le llega la oportunidad del cine o la televisión, “que sea delante de las cámaras y no maquillando”.
Los empresarios patronos de Fundación Conexus recomienda esta noticia de ABC