La Ciudad de la Luz de Alicante albergará el rodaje de tres “grandes producciones” tras acoger refugiados ucranianos

La Ciudad de la Luz de Alicante albergará el rodaje de tres “grandes producciones” tras acoger refugiados ucranianos

Ximo Puig anuncia que los estudios acogerán una FP audiovisual después de que la UE levantase su sanción por competencia desleal. Los refugiados serán trasladados a partir de septiembre.

La Generalitat valenciana ya lo tiene todo dispuesto para volver a dar al play a la actividad cinematográfica de Ciudad de la Luz, los estudios de Alicante. En un acto celebrado en el complejo de Aguamarga, el presidente del Consell, Ximo Puig, ha anunciado este martes que “a partir de la segunda quincena de octubre, se rodarán ·tres grandes producciones” en los platós alicantinos que, reconoce, “estuvieron a punto de desaparecer”. Para retomar la actividad, en lo que el jefe del Consell ha llamado “el remake de Ciudad de la Luz”, acondicionarán unas instalaciones que durante el cese de su actividad han servido de comodín y volverán a centrar el foco en el cine: se reparará el tanque de agua donde se rodó Lo imposible, principal activo de los estudios, crearán un entramado de oficios relacionados con la industria cinematográfica e impulsarán una nueva Formación Profesional de la rama audiovisual.

La “nueva frontera” que Puig desea para los platós alicantinos es que se conviertan en “el principal estudio audiovisual de España y uno de los más importantes de Europa”. A su juicio, el complejo de Aguamarga, que estuvo paralizado diez años por la Comisión Europea, que detectó en su funcionamiento competencia desleal por nutrirse de recursos públicos, vuelve “en un momento en el que existe la suficiente demanda” del sector para alimentar el “negocio”. Puig esgrime un estudio preliminar del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) que sostiene que “en cinco años, pueden llegar 200 producciones que generarán 5.000 contratos laborales, 1,4 millones de pernoctaciones hoteleras y un total de 850 millones de euros de impacto económico para Alicante”.

Pero antes, los estudios alicantinos deben limpiar su expediente y acomodar sus instalaciones al ajetreo de los nuevos rodajes. Ciudad de la Luz cerró en 2012 tras una condena de la Comisión Europea (CE), que estimó una denuncia por competencia desleal interpuesta por los estudios Pinewood de Londres, escenario en que se ruedan las películas de James Bond. La pena inicial era de 15 años sin actividad cinematográfica, pero la dirección general de Competencia de la CE estimó que en solo una década se habían evitado los riesgos de continuidad económica que condenaron al complejo alicantino al silencio. Desde el pasado 1 de julio, la Generalitat, a través de el empresa que gestiona los platós, Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, tenía permiso para volver a encarrilar las instalaciones hacia el Séptimo Arte.

En estos diez años, la “incertidumbre”, recuerda Puig, estuvo a punto de engullir los estudios de Aguamarga. Pero “ni Ciudad de la Luz estaba maldita”, manifiesta Puig apoyado en una cita de Cinema Paradiso, “ni dejarla languidecer era una opción”. “Por eso”, recuerda, “no aceptamos malvender por 17 millones” un complejo cuyo coste entre obras, pérdidas e indemnizaciones se eleva ya a 470 millones de euros. “Tampoco era una solución no hacer nada, era muy irresponsable”, continúa el líder socialista valenciano. Para “proteger los activos”, el gobierno del Botánic convirtió la gigantesca extensión de terreno de Ciudad de la Luz en “sede del Distrito Digital”, un proyecto que reúne empresas para el impulso digital y tecnológico, y de la consejería de Innovación. Los estudios también se transformaron en vacunódromo durante la pandemia y en lugar de acogida de refugiados ucranios tras el estallido de la guerra.

A partir del 1 de septiembre, la Generalitat y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones han acordado, señala Puig, el traslado de los refugiados. Esa medida dejará “más estudios disponibles para rodajes”. En noviembre se prevé que esté listo el tanque de agua, cuyo abandono se convirtió en el símbolo de la desolación del complejo. “Se va a realizar una inversión de 2,5 millones para su reparación”, anuncia. Y antes, en octubre, llegará la primera de las tres producciones ya pactadas, cuyos detalles no ha podido avanzar por existir una cláusula de confidencialidad. Las otras dos aterrizarán en Alicante en noviembre y en enero de 2023. La cimentación de una “industria local” de oficios relacionados con el cine y el impulso de una FP audiovisual se suman a la conversión de los estudios en “un instrumento para estimular la economía” alicantina. Puig ha realizado estos anuncios en un acto organizado por el diario Información en el que ha participado.

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