El Aeropuerto de Castellón, ante su ‘despegue’: busca situarse en el grupo de los 200.000 viajeros

El Aeropuerto de Castellón, ante su ‘despegue’: busca situarse en el grupo de los 200.000 viajeros

Este año será el noveno desde que empezaron a operar vuelos regulares en el aeropuerto de Castellón. Un aniversario que, lejos de pasar desapercibido, puede convertirse en un revulsivo para su actividad tras años de crecimiento sostenido y una vez recuperada la normalidad post-coronavirus en el turismo: el aeropuerto espera despegaren 2023 con un aumento considerable de viajeros y asaltar el grupo de aeropuertos españoles con más de 200.000 pasajeros.

Lo cierto es que la progresión en la actividad de la base aérea es indiscutible. Se podría decir que los motores rugen con intensidad: sin ir más lejos, el año pasado batió el récord de pasajeros con más de 149.300, superando el anterior pico, registrado en 2017, de 144.200. Y las previsiones son halagüeñas para este ejercicio, en el que el aeropuerto de la capital de La Plana aspira a hacerse mayor y alcanzar cifras más abultadas.

En ese sentido, la entrada en funcionamiento de nuevas rutas y la mejora en la ocupación de las ya existentes por la recuperación del turismo y la posición estratégia de la base dejan entrever un nuevo récord: superar la barrera de los 200.00 pasajeros anuales, lo cual supondría un crecimiento del 34% respecto al año pasado. Nada desdeñable. “Intentamos ser prudentes pero queremos dar el salto”, reconoce la propia directora general de Aerocas, Blanca Marín, quien explica que el aeropuerto está “en una senda de crecimiento” innegable que este año puede materializarse en un nuevo hito.

El reto, pese a ser de envergadura, no es ni mucho menos imposible. Por el momento, se están cumpliendo las expectativas. Los únicos registros de este año, relativos al mes de enero, ya muestran una mejora muy notable que celebrar: hubo 11.336 pasajerosel mejor inicio de año de la serie histórica y un 34% superior a su predecesor, el de 2017. Y si las buenas nuevas continúan el mismo camino, los 200.000 serán posibles.

Actualmente, en el ránking de pasajeros, el aeropuerto de Castellón se encuentra en el puesto 35 de las 54 bases que hay en España, seguida de lejos por Badajoz (65.000 viajeros). Por delante quedan Valladolid -que lleva años en descenso-, Pamplona (ambos con más de 172.000), Vitoria (235.000) y El Hierro (273.000). Un grupo de aeropuertos de mayor envergadura entre los que quiere colarse el castellonense.

Nuevas rutas

La puesta en marcha de nuevas rutas comerciales es uno de los pilares de las buenas previsiones. El año pasado se abrieron tres: Dublín y Bruselas, operadas por la compañía Ryanair; y la de Madrid, de Air Nostrum. “Una de ellas se abrió en marzo -Bruselas- y las otras dos, en octubre: solo manteniéndolas este año ya nos dan mucho margen para mejorar”, explica Marín en esta línea.

Ellas se suman a las que ya había en funcionamiento: Sevilla (Air Nostrum), Londres(Ryanair), Budapest, Bucarest y Katowice (Wizz Air). Y a otras tres que van a empezar a funcionar durante este 2023: a partir de marzo, Düsseldorf y Oporto, de Ryanair; y a partir de junio, Roma (Wizz Air). Incorporaciones que, además de convertir a Ryanair en la aerolínea con más vuelos de Castellón,  el aeropuerto espera que contribuyan a alcanzar el objetivo marcado.

La mayoría de las conexiones son turísticas, pero Marín destaca especialmente dos con otra vocación. Por un lado Madrid, que conecta con oros 86 destinos y que, en sus palabras, “rompe el modelo tradicional” dirigido exclusivamente al turismo y a la internacionalización y va “más allá” al tener también un interés “económico, de relaciones profesionales y de conocimiento a través de las universidades”. Por otra parte, Bucarest que no tampoco es una ruta turística sino una “ruta étnica” que da respuesta a los vecinos de la provincia con familia en el este de Europa y especialmente en Rumanía.

Una posición estratégica

Situado en los municipios de Vilanova d’Alcolea y Benlloc, el aeródromo goza de cierta posición estrategia que le reporta algunas desventajas, pero también beneficios. Estar situado a la sombra de un mediano o gran aeropuerto como el de Valencia, que el año pasado movió más de 8,1 millones de pasajeros, puede verse como un inconveniente: el ‘efecto aspiradora’ y de capitalidad también opera en la Comunitat Valenciana.

Sin embargo, la directora general de Aerocas tiene claro que esta circunstancia, y el hecho de estar en “el centro del arco mediterráneo”, también es un potencial a explotar. “Estamos potenciando la ventaja de lo que se llama el ‘desbordamiento‘”, asegura Marín acerca de esta estrategia: vender el aeropuerto de Castellón como alternativa próxima a Valencia: “Hay compañías que piensan en nuestro aeropuerto como el aeropuerto del norte de Valencia y, de hecho, casi un 8% de los viajeros son de la provincia valenciana”.

En ese sentido, dicha proximidad se une a otros puntos fuertes, como los precios asequiblesque puede ofertar el aeropuerto y la “facilidad operativa” que permite contar con unas instalaciones más pequeñas: “El tiempo entre que entras al aeropuerto y el momento en el que embarcas es mucho menor”. Lo cual se refleja también en los estudios de satisfacción: “La gente está satisfecha por la facilidad y los tiempos con los que funciona el aeropuerto, somos competitivos”.

Hay que recordar que el aeropuerto de Castellón no se integra dentro de la red estatal de Aena, sino que depende directamente de la Generalitat Valenciana. Esta característica, de la que gozan no muchos más en España, conlleva algunas “dificultades” pero “también permite una autonomía y una aglidad en la toma de decisiones, además de la libertad para desarrollar una estrategia propia”, dice Marín, que destaca la diversificación en la que está profundizando el aeropuerto en los últimos años.

Diversificación: industria, logística y formación

Además de la actividad de transporte comercial de pasajeros, Aerocas trabaja desde hacec años en el impulso de la actividad industrial. Una de las líneas es la llamada industria ‘MRO’ -mantenimiento, revisión y reparación de aviones- y la de desmantelamiento de aeronaves. En ese sentido, alberga empresas como Brok-air o e-Cube solutions. El negocio tiene futuro, según Marín, porque “con el reto ambiental, se están quitando del mercado muchos aviones por su consumo de combustible”.

El desmontaje también es una actividad de economía circular: el 95% del peso del avión se recupera, bien mediante los diferentes elementos de la aeronave, bien dándole una segunda vida al fuselaje del mismo. La ocupación es “muy elevada” hasta el punto de que hubo hasta 40 aviones en mantenimiento. El mercado de mantenimiento y producción de motores es también otro nicho que busca cubrir el aeródromo, además del sector aeroespacial, en el que empieza a hacerse un hueco.

La logística es otra de las patas a impulsar, aunque ciertamente está todavía en estado incipiente. En 2021 obtuvo el certificado para poder operar el transporte de carga y la actividad está empezando a adquirir cierta regularidad: en la segunda mitad del año pasado se registró, de media, una operativa mensual. Un pequeño crecimiento que empieza a constituir senda: “Cuesta, pero hemos empezado y nuestra pretensión es tener una actividad regular”, dice Marín.

A todo ello se suma la formación: el aeropuerto de Castellón es el escenario elegido para compañías extranjeras, especialmente del norte, que traen a sus alumnos a hacer prácticas para aprovechar la meteorología del mediterráneo y las horas de sol. Pero además, el aeródromo ha empezado a acoger cursos de Formación Profesional vinculados al mantenimiento de aeronaves, dado que el sector”requiere de una cualificación muy específica e importante”, resalta Marín. Una de las empresas instaladas en el aeropuerto tuvo que contratar a muchos empleados foráneos: “No ha encontrado a gente cualificada para trabajar aquí”.

Este vacío lo viene a suplir la formación profesional, dependiente de la Conselleria de Educación. En el curso 2021/2022, se empezaron a impartir los primeros cursos ya existentes en el aeropuerto y se estrenó un ciclo nuevo. Este año, los primeros cursos de tres ciclos que había en Cheste se han trasladado a Castellón, y el año que viene se hará el traslado de los segundos cursos. En total, actualmente se forma un centenar de alumnos en cuatro ciclos y, cuando se haya hecho efectivo el traslado completo, habrá 250 en el aeropuerto.

Los empresarios y patronos de la FUNDACION CONEXUS recomiendan esta publicación del diario Castellón Plaza



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