25 Ene La construcción llama a invertir 500 millones en los puertos para el desarrollo de la eólica flotante
La producción de plataformas de hormigón precisa adaptar diques y se proponen emplazamientos en Andalucía, Galicia, Cataluña y Canarias
La considerable profundidad de buena parte del litoral obliga a un esfuerzo extra para la implantación de parques eólicos marinos en España, a través del montaje de estructuras flotantes de hormigón, y empresas de infraestructuras avistan una oportunidad en ello. Necesitan a los puertos como bases de operaciones y están llamando a la inversión pública, por unos 500 millones, para la adaptación de diques.
El sector maneja planes, con Puertos del Estado como destinatario, en los que se precisan trabajos de interconexión y remodelación en al menos media docena de puertos para la ejecución de cajones flotantes de hormigón. El esfuerzo inversor en cada uno de los emplazamientos superaría los 80 millones, explican fuentes familiarizadas con estas iniciativas. Incluso se ha demandado al Gobierno que involucre fondos europeos con foco en el Perte Naval. Andalucía, Galicia, Canarias, País Vasco y Cataluña son las zonas analizadas.
Referencias como Ferrovial, ACS, Acciona, OHLA, Sacyr, FCC y Rover, con experiencia en obra portuaria, compiten por posiciones en una actividad en la que España podría convertirse en proveedora de plataformas para profundidades superiores a los 50 metros. “Francia potencia a sus puertos para la labor industrial que precisa la eólica marina y Portugal va a hacer lo mismo”, afirma una fuente cercana a estos proyectos.
El hormigón tratado para el agua salada tiene una esperanza de vida cercana a los 100 años, frente a los menos de 50 que se otorgan a las plataformas de acero, además de precisar menores volúmenes de materias primas y rebajar considerablemente el peso de los bloques, se expone desde Rover Maritime haciendo alusión a su proyecto Triwind Float.
La estabilidad para sostener aerogeneradores de más de 10 MW y una reducción en costes superior al 20%, son otras de las de las ventajas que subrayan quienes defienden el hormigón.
Entre las constructoras con potencial para subirse a esta corriente, ACS es el gran promotor y desarrollador desde las primeras fases de la eólica marina. Escocia, Irlanda o Taiwan tienen parques firmados por ella.
Ferrovial ha ganado experiencia en un proyecto piloto de construcción de plataformas en el País Vasco, liderado por Saitec y RWE,y ejecutado en Punta Sollana (Puerto de Bilbao). Acondicionó el dique, ha experimentado con la dosificación del hormigón o con modelos de fabricación de cajones.
Rover y OHLA atesoran larga experiencia en obra portuaria y cuentan con divisiones especializadas. Sacyr ha remodelado diques como el citado de Punta Sollana, en Bilbao, o el de Valencia. Acciona comercializa plataformas flotantes cuya producción puede realizar en serie, y es accionista (24%) de la francesa Eolink, con estructuras flotantes que se orientan según la dirección del viento. Y FCC tiene en su haber la remodelación de puertos como el del Callao (Perú) o ejecutó en Mónaco el mayor dique flotante del mundo.
Los contactos de algunas de ellas con autoridades portuarias son intensos en busca de emplazamientos para una actividad que ya cristaliza en contratos.
IMPULSO DESDE LA UNIÓN EUROPEA
El marco estratégico de Puertos del Estado tiene uno de sus ejes en el apoyo al desarrollo de la energía eólica marina. Se trata de la respuesta a políticas comunitarias que buscan que una cuarta parte de la potencia eléctrica generada en 2050 proceda del mar. La UE también se ha planteado multiplicar por cinco la potencia instalada en capacidad renovable marina en 2030, y por 30 en el referido 2050, situando a los puertos como puntos energéticos.
Desde Puertos del Estado se ha tendido la mano al asentamiento de astilleros para la producción de aerogeneradores; el desarrollo de infraestructuras portuarias para la gestión de los componentes, y las autorizaciones para acometer prototipos e instalación de generación eólica en aguas portuarias.