10 Mar Seis meses de CaixaBank-Bankia: la importancia de escoger el momento adecuado
La fusión entre CaixaBank y Bankia cumplió ayer seis meses desde que el pasado 4 de septiembre que posteriormente se aprobó y que tendrá lugar durante las próximas semanas. En este medio año, la situación del sector bancario y de la economía españoles han experimentado un cambio significativo: los programas de vacunación iniciados a final de 2020 han permitido aventurar una recuperación económica que, a su vez, ha mejorado las perspectivas de los mercados y ha impulsado las bolsas en una tendencia que ha beneficiado a todos los bancos, incluidos Bankia y CaixaBank.
La fusión entre CaixaBank y Bankia cumplió ayer seis meses desde que el pasado 4 de septiembre de 2020 las dos entidades reconocieron públicamente las negociaciones para una potencial integración, que posteriormente se aprobó y que tendrá lugar durante las próximas semanas.
En este medio año, la situación del sector bancario y de la economía españoles han experimentado un cambio significativo: los programas de vacunación iniciados a final de 2020 han permitido aventurar una recuperación económica que, a su vez, ha mejorado las perspectivas de los mercados y ha impulsado las bolsas en una tendencia que ha beneficiado a todos los bancos, incluidos Bankia y CaixaBank.
Pasados seis meses, diversas fuentes financieras hacen balance y destacan el acierto del banco dirigido por Gonzalo Gortázar al escoger el momento para abordar la operación: “En la situación en la que se anunciaron las conversaciones, en plena pandemia de coronavirus, las valoraciones bursátiles de los bancos estaban en mínimos, por lo que CaixaBank pudo comprar muy barato”, opina un analista del sector bancario español.
Las cifras sustentan esta afirmación: la cotización de Bankia cerró ayer a 1,707 euros por acción. Esto supone un precio un 21% mayor del pactado por CaixaBank incluida la prima del 20% sobre el valor de la entidad nacionalizada antes de que el mercado conociera las negociaciones, el 3 de septiembre de 2020.
Cabe señalar que la escalada de Bankia en Bolsa va en paralelo a la de CaixaBank (cotizan de manera idéntica desde que se aprobó la fusión) y que la operación se hace por canje de títulos. Eso significa que los accionistas de la entidad absorbida no perderán nada, sino que recibirán acciones de la nueva firma fusionada con un mayor valor del que tenían cuando se acordó la integración. La mejora bursátil, a su vez, se enmarca en un contexto de subida de los bancos en Bolsa, impulsados por las vacunas y las mejores perspectivas de inflación y de tipos de interés.
Más recorrido alcista en Bankia
Un analista de banca de inversión sostiene que la evolución de Bankia, ya de por sí positiva durante los últimos meses, hubiera sido todavía más acelerada de no haberse firmado el acuerdo de integración con CaixaBank. El banco participado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (Frob) es, por la configuración de su cartera crediticia, el más sensible a la curva de tipos de todo el sector financiero español, para bien y para mal.
En su opinión, CaixaBank tuvo el acierto de comprar Bankia en el mejor momento, lo que supone que el Estado (y con él, el contribuyente) pactó su desinversión “en la situación más baja de todo el ciclo”, en detrimento del precio recibido por los contribuyentes por la entidad nacionalizada y, por tanto, de la ecuación de canje aprobada en la integración.
¿El Gobierno, encargado de maximizar la recuperación de las ayudas públicas, vendió Bankia en el peor momento? ¿Se podría haber conseguido un precio mejor? Más allá de la cotización bursátil de cada momento, las autoridades se amparan en que la nueva entidad será más rentable y más sólida, por lo que permitirá obtener más ingresos por dividendos y un precio más alto de la participación del Frob.
A la cuestión del precio responde también Bankia en un documento de preguntas y respuestas dirigido a sus inversores: “La mejor opción para los accionistas (…) era llevar a cabo una fusión con CaixaBank, ya que supondrá una importante generación de valor, con un incremento del beneficio por acción del 69% sobre el estimado para Bankia como entidad independiente en el año 2022”, detalla el artículo.
Difícil decidir el momento
Un antiguo alto responsable del Frob matiza que aunque ahora se refleje un precio de la acción mayor que el registrado al inicio de la fusión, es “muy difícil” anticipar cuáles serán las condiciones de mercado en el futuro, por lo que es prácticamente imposible saber cuándo es un buen momento o no.
Este exdirectivo pone como ejemplo la primera venta de un paquete de acciones de Bankia, en 2014: se colocó un 7,5% del capital de la entidad nacionalizada a 1,51 euros por acción, por lo que obtuvo 1.304 millones de euros. “En su momento fue una desinversión criticada, pero a día de hoy todavía es la venta efectuada a un mejor precio”, opina.
Otras fuentes financieras consideran, no obstante, que las autoridades sí eran conscientes de que el precio de Bankia (y de la Bolsa española en general) estaba anormalmente bajo. La prueba, aseguran, es que el Gobierno aprobó el pasado año un escudo legal destinado a blindar las compañías nacionales de potenciales opas por parte de inversores extranjeros. De hecho, el Ejecutivo tiene en su mano, gracias a esta legislación, aprobar o desautorizar la adquisición de una participación de Naturgy por parte del fondo australiano IFM.
Carmelo Tajadura, exdirectivo de BBVA y analista de banca, considera que la operación no está realmente condicionada por el precio de Bankia en Bolsa, ya que el banco dirigido por Gortázar no compró la entidad pagando en efectivo. “Se trata de un canje de acciones, por lo que lo que importa no es si los títulos estaban bajos, sino si lo estaban en relación con las de CaixaBank”, explica. Y la relación entre ambas se ha mantenido desde que se aprobó la fusión.
La Fundación de empresarios valencianos en Madrid, Conexus, recomienda esta noticia de Expansión